Mucha gente nunca ha considerado el movimiento de cabeza como una herramienta de persuasión poderosa.
Asentir con la cabeza es un gesto que se utiliza en muchos países para mostrar “empatía”. El origen de su
significado es hacer una reverencia, una señal física de humildad, que significa: “Si yo te hago una reverencia,estoy diciendo que me subordino a tus deseos”. Así que es un movimiento breve de subordinación.
Esta técnica tiene dos usos poderosos. El lenguaje corporal es un reflejo externo de los pensamientos. Si
usted se siente positivo, su cabeza comienza a hacer el movimiento de aceptación ante lo que habla o escucha.
Si usted está en una posición neutral e intencionalmente comienza a asentir con su cabeza, comenzará a experimentar pensamientos positivos. En otras palabras, los sentimientos positivos causan que la cabeza se mueva en señal de aceptación –y lo contrario también es cierto: asentir con la cabeza también causa sentimientos positivos.
Asentir con la cabeza es un gesto que se utiliza en muchos países para mostrar “empatía”. El origen de su
significado es hacer una reverencia, una señal física de humildad, que significa: “Si yo te hago una reverencia,estoy diciendo que me subordino a tus deseos”. Así que es un movimiento breve de subordinación.
Esta técnica tiene dos usos poderosos. El lenguaje corporal es un reflejo externo de los pensamientos. Si
usted se siente positivo, su cabeza comienza a hacer el movimiento de aceptación ante lo que habla o escucha.
Si usted está en una posición neutral e intencionalmente comienza a asentir con su cabeza, comenzará a experimentar pensamientos positivos. En otras palabras, los sentimientos positivos causan que la cabeza se mueva en señal de aceptación –y lo contrario también es cierto: asentir con la cabeza también causa sentimientos positivos.
“Si usted se siente positivo, comenzará a asentir con la cabeza. Si comienza a asentir con su cabeza,
se sentirá positivo”.
se sentirá positivo”.
Afirmar con la cabeza también es un movimiento contagioso. Si yo me dirijo a usted afirmando con mi cabeza, generalmente usted también hará lo mismo aunque necesariamente usted no esté de acuerdo con lo que yo estoy diciendo. Esta es una herramienta útil y excelente para conseguir aprobación y cooperación. Luego, usted puede terminar de afirmar con frases como:
¿No es cierto?
¿No cree usted?
¿No es verdad?
¿Estamos de acuerdo?
¿No cree usted?
¿No es verdad?
¿Estamos de acuerdo?
Cuando tanto el que habla como el que escucha – los dos – mueven la cabeza, el que escucha experimenta
sentimientos positivos y esto crea un clima de agrado y positivismo. Esta técnica puede aprenderse fácilmente
y usted puede hacerla una parte permanente de su repertorio del lenguaje corporal en menos de una semana.
El segundo uso de la afirmación con la cabeza es mantener la conversación en movimiento. Esta es la
manera de hacerlo: cuando usted hace una pregunta abierta o usa un puente y su interlocutor da la respuesta,
mueva su cabeza durante la respuesta. Cuando él termine de contestar, continúe moviendo su cabeza otras cinco veces a un promedio de un movimiento por segundo. Usualmente, cuando usted ha contado cuatro segundos, el interlocutor comenzará a hablar otra vez, proporcionándole más información. Y en la medida en que usted permanezca recostado con su mano en el mentón, no hay afán que usted intervenga. De esa forma
usted no parecerá un investigador. Cuando usted esté escuchando, coloque una mano en la barbilla y dese
pequeños y suaves golpecitos. Los estudios acerca de este gesto demuestran que de esta manera las personas
se sienten animadas de seguir hablando por periodos
de tiempo más largos.
sentimientos positivos y esto crea un clima de agrado y positivismo. Esta técnica puede aprenderse fácilmente
y usted puede hacerla una parte permanente de su repertorio del lenguaje corporal en menos de una semana.
El segundo uso de la afirmación con la cabeza es mantener la conversación en movimiento. Esta es la
manera de hacerlo: cuando usted hace una pregunta abierta o usa un puente y su interlocutor da la respuesta,
mueva su cabeza durante la respuesta. Cuando él termine de contestar, continúe moviendo su cabeza otras cinco veces a un promedio de un movimiento por segundo. Usualmente, cuando usted ha contado cuatro segundos, el interlocutor comenzará a hablar otra vez, proporcionándole más información. Y en la medida en que usted permanezca recostado con su mano en el mentón, no hay afán que usted intervenga. De esa forma
usted no parecerá un investigador. Cuando usted esté escuchando, coloque una mano en la barbilla y dese
pequeños y suaves golpecitos. Los estudios acerca de este gesto demuestran que de esta manera las personas
se sienten animadas de seguir hablando por periodos
de tiempo más largos.
muy buen libro lo recomiendo
ResponderEliminarSaludos
Me interesa este libro es muy interesante
ResponderEliminarGracias por permitir acceder a tan excelente libro
ResponderEliminarJavier Landazuri, gracias por el libro.
ResponderEliminarMuchisimas gracias, estaría padre, leer este libro en grupo y comentarlo conforme vallamos leyendolo... no les parece?
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